martes, 28 de julio de 2009

la leyenda de: EL ALMACÉN DE INFLAMABLES Y LA CARRETILLA ELEVADORA

ALMACÉN DE INFLAMABLES
Un almacén de inflamables, tiene clara su función. El almacenamiento de inflamables en habitáculos, big bag, bidones, cubetos, GRG, ...
Hay que comenzar diciendo que le aplica la APQ como almacenamiento de productos químicos, o al menos hay que verificar que no le afecte este reglamento de seguridad industrial.
En cualquier caso, respecto al riesgo de explosión, estos espacios suelen clasificarse como zonas 2 o zonas 1, bien todo el volumen o bien la parte inferior del mismo, en función de la ventilación.
También es habitual que se introduzcan o retiren estos productos mediante medios mecánicos como carretillas elevadoras u otros.
¿Se puede entrar con una carretilla elevadora en un almacén clasificado?
La respuesta es CONDICIONADA. Lo argumentaré en forma de postulados:
  1. Si es una zona clasificada es un recinto peligroso
  2. Como recinto peligroso debe estar restringido exclusivamente a personal autorizado
  3. El personal autorizado debe conocer los riesgos de ese espacio restringido.
  4. Debe saber los equipos qué puede introducir y cuando.
  5. Se podrá introducir una carretilla elevadora convencional (no atex y provoca fuentes de ignición) en condiciones de seguridad.
  6. La condición de seguridad es la inexistencia de atmósfera explosiva --aunque exista una atmósfera potencialmente explosiva--
Es decir que cada vez que se vaya a entrar en una zona clasificada, deberemos garantizar y verificar que no existe en ese preciso instante una atmósfera explosiva.
La clasificación de zonas, tan sólo indica una probabilidad no nula de presencia de atmósfera explosiva.
Por tanto, deberemos verificar que no hay fugas, escapes, derrames u otros que generen una atmósfera explosiva, y que existe una ventilación adecuada para evita las posibles concentraciones de escapes anteriores.
Para poder controlar todos estos factores, todo esto debe estar recogido en los procedimientos e instrucciones del DPCE Documento de Protección Contra Explosiones que exige el RD 681 (directiva 1999/92/CE).


BAJO ESTAS CONDICIONES SE PUEDE INTRODUCIR UNA CARRETILLA ELEVADORA EN UN ALMACÉN DE INFLAMABLES

lunes, 20 de julio de 2009

caracterización de polvos

caracterización de polvos explosivos ATEX
Para los gases y vapores existen numerosas bases de datos, más o menos fiables en cada caso.
Pero no debemos olvidarnos de un gran abanico de productos inflamables: los polvos
Muchas sustancias sólidas, resultan ser inflamables. Esta inflamabilidad es una característica inicial, pero que para que pueda dar lugar a una explosión se debe combinar con una correcta granulometría.
Efectivamente, lo que diferencia una inflamación de una explosión es en realidad la velocidad de reacción de combustión. ¿Y como se puede acelerar una reacción? obteniendo una mayor superficie de reacción; esto es reduciendo la granulometría.
Así como los reyes magos traen carbón si nos portamos mal, suele venir en pedruscones grandes. De esta forma, el carbón es inflamable, pero también es cierto que es necesario un aporte de energía muy elevado para garantizar la reacción en cadena.
Este carbón si lo partimos en cachos más pequeños facilitaremos su combustión y la reacción en cadena.
Pero, ¿qué granulometría mínima hace falta para una explosión? ¿Cuál es la granulometría a partir de la cual puede dar lugar una explosión?
Sobre esto, tan solo los reyes magos tienen una respuesta cierta, por su magia, claro.
Depende tanto de tantos factores que simplemente no es posible su caracterización en forma de tablas.
Si bien es cierto que la velocidad de reacción es un factor importante relacionado con la granulometría, debemos combinarlo con la concentración y los límites de explosividad.
De esta forma, se hace harto complicado predecir la explosividad de una mezcla.

Aún así, existe bibliografia en la que indica que como mínimo es necesaria una granulometría máxima de 500 micras para poder valorar la mezcla como explosiva. Con granulometrías mayores podríamos descartar el riesgo de explosión, si podemos garantizar que no hay granulometrías inferiores.

Por tanto, para los polvos, es sumamente recomendable realizar un ensayo de explosividad y sensibilidad a la ignición. Para esto deberemos contar con un laboratorio a tal efecto.
Claro que esto aumenta considerablemente el tiempo de análisis y el presupuesto, con lo que podemos preguntarnos si realmante es necesaria esta caracterización.
Un primer acercamiento deberíamos hacerlo de este modo:


  1. Consultar una base de datos sobre el producto en cuestión. En esto puede sernos de gran ayuda la ficha técnica del producto suministrada por el proveedor. También existen bases de datos a tal efecto como las de base de datos de bgia

  2. Analizar la granulometría más desfavorable de nuestra mezcla.

  3. Realizar un ensayo intuitivo (no será definitorio pero nos puede ayudar a descartar algunas posibilidades)

  4. Analizar una muestra mediante ensayo por un laboratorio de caracterización.



domingo, 5 de julio de 2009

CARACTERIZACIÓN DE ATMÓSFERAS EXPLOSIVAS DE GAS

Un diccionario es un universo en orden alfabético.

Anatole France (1844-1924) Escritor francés.



Y cómo se puede saber si es inflamable, y si puede deflagrar o detonar, si es atmósfera explosiva o sólo potencialmente explosiva? Una respuesta concluyente sólo puede existir si la naturaleza objeto está caracterizada.
Es decir, que antes de nada hay que caracterizar la mezcla peligrosa para conocer sus propiedades.

Características químico-físicas de las sustancias inflamables con particular atención a:

  • punto de destello;
  • tensión de vapor;
  • masa molar;
  • masa volumétrica;
  • relación entre el calor específico a presión y volumen constante;
  • coeficiente de difusión de los gases;
  • temperatura de ebullición;
  • densidad relativa con respecto al aire del gas, vapor o niebla;
  • límite de explosividad.

Para caracterizar una atmósfera explosiva de gas, vapor deberemos disponer de una base de datos. Existen numerosas bases de datos disponibles, pero también existen diferencias entre ellas.

Una de estas bases de datos, está en formato de tabla dentro de la norma UNE 202007 Guía de aplicación de la Norma UNE-EN 60079-10. Material eléctrico para atmósferas de gas explosivas. Clasificación de emplazamientos peligrosos, que por razones legales no es posible adquirir. La compra de esta norma se puede realizar a través de www.aenor.es

Otro origen de datos, la debe proporcionar el suministrador de productos químicos. De ahí, en su ficha del producto debe indicar todos los parámetros necesarios para una correcta clasificación de zonas.

En el caso de los polvos es otro cantar...

ATMÓSFERAS EXPLOSIVAS y ATMÓSFERAS POTENCIALMENTE EXPLOSIVAS

Una atmósfera explosiva es una mezcla con el aire, en condiciones atmosféricas normales, de sustancias inflamables en forma de gases, vapores, nieblas o polvos, en la que, tras una ignición, la combustión se propaga a la totalidad de la mezcla no quemada.
Pero para que exista una atmósfera explosiva debemos partir de una atmósfera potencialmente explosiva. ¿Y qué es primero? Y ya estamos de nuevo con el cuento del huevo y la gallina. Para estas cosas yo siempre he apostado por la gallina. Y es que de pequeño, fui testigo de la evidencia de mi hermana que por aquel entonces era estudiante veterinaria, y trajo una gallina blanca a casa. A partir de entonces vinieros los huevos blancos, mientras que los comprados eran grises, con lo que la dedución de un niño de 8 años, que los tuve, es inquebrantable.
Conclusión: que sin atmósfera potencialmente explosiva, no puede haber huevos blancos.

Antes de empezar a trabajar sobre ello, primero deberemos identificar la sustancia o sustancias que pueden generar una atmósfera potencialmente explosiva. Fijese, querido lector, que la atmósfera sigue siendo potencialmente explosiva, sin que se pueda definir como explosiva hasta un instante determinado en el que se dan unas características particulares. Esta entrada tiene ese objeto, el de discriminar cuando estaremos ante una atmósfera explosiva y cuando no. Esto está muy relacionado con la mecánica de la explosión, como no puede ser de otro modo.

Efectivamente, los liquidos, incluso los inflamables, en su estado natural no es posible que provoquen una explosión, sino que son los vapores que emanan del liquido los que pueden llegar a generar la atmósfera explosiva, (o si el líquido se pulveriza en forma de nube). Es decir que una cerilla, incluso encendida, en inmersión en un tanque de gasolina se apagará, precisamente porque no se cumple el triángulo del fuego. Y no quisiera ser un abuelo cebolleta con treintaypocos, pero esto me recuerda a los chorizos que se hacían en mi casa, que una vez curados, se metían en frascos de cristal para su conservación. Y como se trata de conservarlos, es vital realizar el vacío (así le llamabamos, aunque tan solo sean una ligera depresión, y una atmósfera inerte), para lo que se metía una cerilla encencida, y se tapaba. Mi labor, en esa etapa desde los 8 hasta los 12 años, era comprobar que la llama se consumía por sí sóla, habiéndo conseguido agotar el oxigeno. Si es que la calidad no se ha inventado con la ISO 9001, sino que en mi casa con en otras muchas, se hacía de forma muy rigurosa para los chorizos, y es que no hay cosa más seria que el comer.

Después del aperitivo, seguimos...
En el caso de los gases y liquidos, por ejemplo, el parámetro que dicta sentencia es la concentración con el aire. En realidad, proviene de la mecánica propia del fuego y de la caracterización de las sustancias.


Cada sustancia dispone de dos límites.




  • LIE Límite Inferior de Explosividad

  • LSE Límite Superior de Explosividad
Para visualizar este concepto, en las formaciones que me ha tocado "animar" --como dicen los franceses--, suelo hacer el viejo truco del spray, en el que las concentraciones varían y se puede ver como cerca del spray estamos en el LSE y alejandonos estamos en el LIE. Es una forma gráfica de entender los dos términos, pero CUIDADO!! HACEDLO BAJO LA SUPERVISION DE UN ADULTO

Entre estos dos límites de concentración se abre una ventana en la que es posible que se ignicie la mezcla y la reacción en cadena haga el resto.
Bajo el mismo cielo, si estamos fuera de la ventana de explosividad o rango de explosividad, no será posible la explosión de la atmósfera.

Entonces, ¿cuándo es una atmósfera explosiva? Cuando la concentración está dentro del rango de explosividad en mezcla con el aire.
¿Cuándo es una atmósfera potencialmente explosiva? Cuando exista la probabilidad de que pueda variar la concentración de la mezcla y convertirse en una atmósfera explosiva. --Siento que, llegado a este punto sea necesario retomar términos estadísticos y la termodinámica de meclas de sustancias, pero siempre que haya una mezcla de sustancia inflamable, estaremos ante una probabilidad no nula de llegar a una atmósfera explosiva, ¿o no?--

Una vez que hemos avanzado hasta aquí me surgen dos preguntas:
  1. ¿Cuándo se puede excluir una atmósfera potencialmente explosiva? Es evidente que si estamos en concentraciones superiores al LSE, tenemos un exceso de sustancia inflamable, y por tanto, en cualquier momento una entrada de aire fresco nos vamos a concentraciones explosivas... Por tanto, para excluir las atmósferas explosivas, por tener una probabilidad de que se conviertan en atmósferas explosivas mínimas, estaremos en la tesitura de menos de 8l de atmósfera explosiva.
  2. ¿Qué probabilidad hay de que estemos en unas concentraciones dentro de la ventana de explosividad? La respuesta a esta pregunta es la madre del cordero en atmósferas explosivas, la clasificación de zonas


viernes, 3 de julio de 2009

MECANICA DE LA EXPLOSIÓN

Vale la pena conocer al enemigo... entre otras cosas por la posibilidad de que algún día se convierta en un amigo.
Margaret Thatcher Ex-primer ministro de Inglaterra.


La disciplina de la prevención de riesgos laborales se fundamenta sobre la prevención (pre-venir), es decir que es necesario saber o conocer con anterioridad. Para ello, es necesario conocer a nuestro enemigo.

Está claro que el enemigo es la explosión y será necesario conocer entonces cómo ocurre una explosión.

La mecánica es muy parecida a la del fuego, representada frecuentemente mediante el triángulo del fuego.

En este caso se ha incluido un 4º factor necesario de la reacción en cadena.

En efecto para que exista una explosión deben darse todos los ingredientes del fuego, pero resulta vital la reacción en cadena para que pueda ser una explosión en vez de un incendio.
Estos ingredientes deben coincidir en el espacio y tiempo para poder alcanzar la explosión. Es decir que aquí tenemos ya las primeras herramientas de prevención: evitar que coincidan los componentes (comburente, combustible, fuente de ignición) en un mismo emplazamiento, o al mismo tiempo.

En cuanto a la velocidad de reacción, una explosión se diferencia de un incendio, precisamente en eso, en la velocidad de reacción. La velocidad de reacción, a su vez, depende de la dispersión o concentración de sustancia inflamable en el aire para conformar la atmósfera potencialmente explosiva, que en resumidas cuentas, se trata de la caracterización de la atmósfera explosiva, pero ese es otro cantar

miércoles, 1 de julio de 2009

LA NORMATIVA

La normativa europea cada vez más prolija, nos invade en todos los estadios. Menos mal, que algún europeo tuvo la lucidez suficiente como para crear un marco normativo, en el que cupieran varios aspectos.

En cuanto a la normativa sobre ATEX (atmósferas potencialmente explosivas), afortunadamente está dentro de este marco... gracias, marco

En este sentido hay dos flancos abiertos:

- Directiva económica 94/9/CE, que obliga a los fabricantes de aparatos, antes de comercializar un producto, a marcar CE, hacer una declaración de conformidad y un manual de instrucciones. Para ello, en ocasiones tendrán que ayudarse de Organismos Notificados.

- Directiva social 1999/92/CE dentro del amparo de la normativa sobre prevención de riesgos laborales, es una directiva que trata de preservar la salud y seguridad de los trabajadores en relación al riesgo de explosión debido a las atmósferas potencialmente explosivas.