lunes, 28 de febrero de 2011

Explosión de un intercambiador de calor: un muerto y seis heridos

Explosión de un intercambiador de calor: un muerto y seis heridos


los excelentes informes sobre accidentes relacionados con sustancias químicas que
realiza el Chemical Safety Board, un organismo norteamericano cuya misión es justamente
esa: investigar los accidentes químicos desde una perspectiva científica,
independientemente de cualquier actividad sancionadora, que compete a otras instituciones.
En este caso el accidente investigado fue la explosión de un intercambiador
de calor que provocó la muerte de un trabajador y heridas a otros seis, con el
añadido macabro de que el cadáver no fue descubierto hasta que al día siguiente se
iniciaron las tareas de desescombro, debido a que no se le echó en falta al hacer el
recuento de personal después de la explosión porque ese día el registro de entradas
y salidas del personal de la planta no funcionaba correctamente. El informe (enero
2011, 10 páginas) puede descargarse desde:



miércoles, 16 de febrero de 2011

La avalancha de precios y el ahorro en la clasificación de zonas

Muchos son los técnicos que en esta época en la que vienen mal dadas, toman el toro por los cuernos y se adentran en el mundo de las atmósferas explosivas. Muchos de ellos, son del sector de la prevención de riesgos laborales, que cohibidos --con razón-- por la responsabilidad de su trabajo, tienen o tenemos tendencia a calificar como peligroso o riesgo "medio-alto" aquello que resulta desconocido. Y eso se puede llamar como se quiera en cada casa, pero en todas cuecen habas, porque estamos hablando del teorema de tirar por lo alto. Y que tire la primera piedra el que sin tener mucha idea de algo estima, presupuesta, cuantifica o valora algo.... tira por lo alto, cuando alto es favorable.

Lo que vengo a decir es que en el proceso de evaluación del riesgo de explosión existe una cierta avalancha o sumatorio. Esa bola de nieve que cada vez va cogiendo mayor tamaño y resulta imparable.

Les cuento. Hace poco recibí una consulta de una empresa en la que, sin dar muchos detalles, tenían gas para una aplicación determinada en unas salas A. Fuera de esta salas A existen unos pasillos B, que como indico pasillos pasa gente, y también están los monitores de control, analizadores, personal con la radio, ordenadores, cuadros eléctricos de potencia y control, etc.

Un estudio de una consultora, les había realizado todo el documento de protección contra explosiones, DPCE considerando una zona clasificada aquella en la que permanentemente hay muchos equipos, personas, visitas etc etc.

Una vez realizada la clasificación de zonas, que parece gratis, vienen los cambios en aparatos y equipos eléctricos y no eléctricos, desplazamiento de personas, limitación de acceso a visitas, etc Claro estamos hablando de una zona 2, pero en una zona 2 no está bien visto meter a las visitas.

Menos mal, que se pararon a pensar. El pasillo de marras tiene unas dimensiones de 250m2 y solo aprox 80 son de pasillo de modo que el resto está ocupado de cachivaches. Todo eso con material ATEX es un dineral. Un dineral absurdo.

El tirar por lo alto en esta clasificación de zonas, nos lleva a una clasificación exagerada y desmesurada. Las obligaciones de modificación obligaban a plantearse la viabilidad económica de estas modificaciones y debido a la exageración ha sido posible detectar, pero no siempre resulta tan evidente. He tenido en mis manos muchas clasificaciones de zonas en las que se exageraba por tranquilidad del clasificador, por si acaso, por mas vale prevenir... y es el objetivo de la prevención, pero sin pasar al inconcebible. Porque la clasificación es una valoración técnica, que se debe firmar personalmente, y justificar los resultados. Y eso impone respeto, porque toma responsabilidad. Si bien es cierto que existen técnicas y criterios para la clasificación de zonas, en última instancia es el punto de vista del ingeniero el que tendría que dar su veredicto. (habréis visto que he puesto ingeniero para estos menesteres, y debo reconocer que es una licencia mía, y no se debe tener en cuenta). 

La clasificación de zonas es una parte fundamental en la evaluación del riesgo de explosión y condiciona el resto de evaluaciones de las fuentes de ignición y evaluación del riesgo global de explosión. Resulta pues muy efectivo reducir la extensión de las zonas y aplicar sistemas de control de procesos SCP o cualquier otra ingeniería o modificación para reducir la gravedad o extensión de las zonas. Es el medio más efectivo para reducir el riesgo. Y si no me creen, sepan que en prevención de riesgos se debe "reducir los riesgos desde el origen".

Por eso, resulta rentable ajustar más en la clasificación de zonas, ser más ingeniero en esta etapa que en las siguientes en las que la bola de nieve no hay quien la pare.